El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro u otro mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.
Durante el último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas extraeuropeas (USA y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonial acelerada que ya venía gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la 1ª Guerra Mundial.
Colonialismo e imperialismo
Para algunos autores ambos términos son sinónimos, otros aprecian diferencias entre ellos:
El colonialismo
Suele aludir a las primeras fases de la expansión europea, durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Las metrópolis controlaron una serie de territorios, explotados económicamente, que alentaron relaciones de subordinación con los pueblos autóctonos de la zona, a los que impusieron sus estructuras y formas de vida. Se impulsó el control de rutas, lugares estratégicos y la creación de zonas de influencia, pero no quedó claramente establecida una conducta de conquista continua y sistematizada.
El imperialismo
A diferencia del anterior, tiene fuertes connotaciones nacionalistas: los estados que lo practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el último tercio del siglo XIX.
El tránsito del colonialismo tradicional al imperialismo
Se produjo en la 1ª mitad del siglo XIX y estuvo marcado por la crisis del antiguo colonialismo expresada en la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña y España, la desaparición de las doctrinas económicas mercantilistas y la lucha por la abolición de la esclavitud.
La expansión continuó durante la 2ª mitad del siglo, fruto de la pretensión de ganar nuevas áreas de influencia, alentada por la industrialización europea -ávida de nuevos mercados- y el desarrollo técnico y militar. Otros factores que contribuyeron a dicha expansión fueron las exploraciones geográficas y misioneras en busca de la extensión de la ciencia y el cristianismo respectivamente. En 1885, en la Conferencia de Berlín, las potencias acordaron el reparto sistemático del continente africano.
CAUSAS
Fenómeno de gran complejidad, son múltiples las causas o factores que lo propiciaron:
Causas demográficas
En el período comprendido entre 1850 y 1900 la población europea pasó de 300 a 450 millones de almas. Las penosas condiciones de vida de la clase trabajadora en los países industrializados animó a muchos a buscar mejores perspectivas de vida en los territorios que iban ocupándose.
LA POBLACIÓN EUROPEA (CRECIMIENTO) | ||
Año | Habitantes | Crecimiento % |
1850 | 266.000.000 | 26,2 |
1870 | 310.000.000 | 25,6 |
1900 | 400.000.000 | 26 |
Este incremento demográfico también afectó a potencias asiáticas como Japón y continuó en ascenso hasta 1914. Parte de esa población fue absorbida por los territorios coloniales a través de una persistente inmigración que en ocasiones llegó a alterar de manera sustancial la composición étnica de extensas áreas.
Los avances médicos, como el uso de la quinina, contribuyeron en gran medida a estas migraciones, ya que permitieron combatir con éxito enfermedades endémicas como el cólera, tifus o el paludismo que hasta entonces habían hecho inhabitables para el hombre blanco extensos territorios.
Causas económicas
Fueron fruto de la expansión del capitalismo industrial y se fundamentaron en:
· La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli, pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de Panamá, etc.).
· La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas.
· El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos industriales.
· La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación.
Causas políticas
En el último tercio del siglo XIX el nacionalismo que en sus inicios había estado ligado al liberalismo y el romanticismo se transformó en un movimiento conservador y significado componente del imperialismo.
Los estados adoptaron una política de prestigio en un intento de atraerse a las masas populares y desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades (Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, etc.) quienes, apoyadas en gran medida por la prensa y otros medios, propugnaron desde una postura chovinista la formación y consolidación de extensos dominios coloniales.
Además las potencias ambicionaban alcanzar la hegemonía colonial mediante el control comercial y militar de las rutas marítimas y terrestres, al tiempo que obstaculizaban por todos los medios la expansión de sus rivales. |
Esta política alimentó incontables episodios de tensión y conflicto que constituyeron el preludio de la Primera Guerra Mundial. |
Causas científicas y técnicas
A lo largo del siglo XIX se irá completando el proceso de exploración del planeta iniciado en el siglo XV. Muestra de ello fue el fomento de estudios geográficos, geofísicos y geológicos. Desde mediados de siglo una serie de autores (Julio Verne, Kipling, Jack London, etc.) alentaron la curiosidad y la aventura a través de obras que evocaban ambientes envueltos en un halo de misterio, difundidas a través de publicaciones periodísticas o literarias repletas de atractivas ilustraciones. |
Las sociedades geográficas alcanzaron una enorme importancia y contibuyeron a propagar esa afición mediante conferencias y congresos. También organizaron expediciones de carácter antropológico y biológico que, en todo caso, sirvieron para crear nuevas rutas de índole militar o económica. |
Se exploraron los grandes ríos africanos como el Nilo, Níger, Congo o Zambeze, llevadas a cabo por periodistas (Stanley), misioneros (Livingstone) o aventureros (De Brazza). | ||
Se penetró en Asia llegando al Himalaya, se atravesó Siberia y el desierto australiano y, finalmente (ya en el siglo XX), fueron alcanzados el Polo Norte (Peary) y el Polo Sur (Amundsen). | ||
Las tesis darwinistas, con sus presupuestos sobre la evolución de las especies, fueron extrapoladas al campo social con el fin de justificar el predominio de los más aptos (los blancos) sobre los menos aptos.
La superioridad técnica se hizo abrumadora en el campo militar (armas de fuego, transporte masivo y rápido, esmerada organización, etc), procurando una ventaja a los conquistadores que palió con creces su inferioridad numérica.
Causas ideológicas
Desde posiciones nacionalistas y chovinistas se desarrollaron teorías racistas que justificaban e impulsaban la expansión territorial, con o sin el consentimiento de los pueblos autóctonos. |
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En sus formas más moderadas el racismo se disfrazó en ocasiones de un paternalismo que sostenía la necesidad del hombre blanco de “rescatar del atraso” a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación. |
En esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la occidental. |
En todas esas posiciones subyacía una ideología de carácter etnocentrista que ensalzaba la cultura europea y occidental y descalificaba al resto, considerado bárbaro, salvaje y primitivo
El Imperio británico
Fue el más extenso de todos, comenzó a formarse en el siglo XVIII, pero alcanzó la madurez durante el largo reinado de Victoria (1837-1901), impulsado por la acción de sus ministros Disraeli y Chamberlain. Hasta entonces había controlado fundamentalmente territorios costeros o islas con claras aspiraciones comerciales o estratégicas. Algunos de ellos habían pertenecido a Francia, Holanda o España: El Cabo en el Sur de África, la isla de Ceilán en el Índico, Malta y Corfú en el Mediterráneo, Gibraltar y Santa Elena en el Atlántico, etc. La derrota de Napoleón reforzó su posición dominante. |
Sus dominios se extendían por los cinco continentes:
Asia
La constitución del imperio británico en Asia fue temprana, en 1885 ya se ha completado. La India fue sin duda el dominio más importante. Se trataba de una colonia de explotación administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales. Se convirtió en la principal suministradora de materias primas (algodón, yute, té, etc.). Constituida en el eje del imperio, la construcción del canal del Suez agilizó de manera notable las relaciones con la metrópoli. Para mantenerla protegida de los territorios coloniales de otras potencias Gran Bretaña creó en torno a ella una serie de estados tapón, como Beluchistán (en el actual Pakistán) o Afganistán.
A raíz de la sublevación de los cipayos, soldados indios al servicio de Gran Bretaña, la Corona tomó directamente el gobierno de la India que había estado dirigido por la citada Cía. de las Indias Orientales.
Otras áreas de dominio británico en Asia fueron Malaca y Singapur; ésta se convirtió en un punto estratégico en las rutas marítimas. Birmania, que había constituído un protectorado semiindependiente fue anexionada en 1885, lo que supuso la creación de una vía terrestre hacia China.
En China, que conservó nominalmente la independencia, amplíó su influencia tras el tratado de Nankín (1842) que puso fin a la “Guerra del Opio”. A partir de entonces China se vió obligada a ceder Hong Kong y a abrir cinco puertos costeros al comercio exterior. Ello dio paso a los llamados "Tratados desiguales" que no sólo permitieron las ingerencias británicas en los asuntos chinos, sino también las de otras potencias como Francia y Estados Unidos. Más tárde, en 1860, por el Tratado de Tient-Sin, el gran imperio asiático hubo de transigir en la apertura de otros once puertos.
Mediterráneo
En el controló una serie de colonias que jalonaban el camino hacia la India una vez abierto el Canal de Suez. Desde Gibraltar se sucedieron Malta y Suez. Pronto intervino en Egipto que aunque conservó nominalmente su independencia en realidad fue controlado por franceses y británicos.
África
En África avanzó desde el sur (El Cabo) intentando enlazar con el Sudán. Cecil Rhodes se anexionó los territorios que llevan su nombre (Rodesia), hoy repartidos entre Zimbabwe y Zambia. |
En esta progresión hacia el norte chocará con los bóers, pobladores de origen holandés establecidos en Transvaal y Orange así como con la población zulú a la que venció en 1879. Con esta conquista impidió que Portugal pudiera progresar de Oeste a Este y unir sus colonias de Angola y Mozambique. |
Esta expansión se completó con la incorporación de Nigeria, parte de Somalia (1884), Kenia y Uganda. |
En el control del valle del Nilo chocó contra la otra gran potencia imperialista de África: Francia. | |
Una vez alejado el peligro de una guerra entre ambas potencias tras el "Incidente de Fachoda" (en Sudán), el Imperio Británico se adueño de una de las áreas más ricas de África: el sur, pródigo en oro y diamantes; y el valle del Nilo (Egipto y Sudán), con sus fértiles cultivos de algodón. Su control le permitió además proteger las principales rutas que conducían a la India. |
Oceanía
Nueva Zelanda fue convertida en colonia británica en 1841 quedando su población indígena, los maoríes, bajo la soberanía de la metrópoli. Australia fue utilizada durante gran parte del siglo XIX como prisión donde eran destinados determinados convictos. |
Estos dominios se completaron con algunos archipiélagos del Pacífico. | |
La penetración europea se realizó siguiendo las pautas de formación de colonias de poblamiento que sirvieron de drenaje a los excedentes demográficos británicos y del norte de Europa, provocando en muchos casos la casi total desaparición de las poblaciones indígenas. |
América
Canadá redondeó este imperio universal. Fue convertida en dominio en 1867 siéndole otorgado un amplio grado de autonomía. Honduras, Jamaica o Guayana constituyeron asimismo posesiones británicas. |
El Imperio francés
Constituyó en el siglo XIX, tras el británico, el segundo gran imperio en importancia y extensión. Su más significado impulsor fue Jules Ferry quien intentó mediante la política imperialista contrarrestar la derrota infringida por los prusianos en 1870 y estimular la autoestima nacionalista francesa. A comienzos de la centuria las posesiones ultramarinas de Francia se centraban en las Antillas y algunas plazas de la India.
Mediado el siglo los territorios bajo su dominio se incrementaron y se extendían por todo el orbe:
En África
En 1847 conquistó Argelia, centro de los dominios del noroeste del continente. | |
Posteriormente, en 1881, conquistó Túnez y en 1905 estableció un protectorado en Marruecos con la oposición de Alemania, provocando dos crisis que a punto estuvieron de desembocar en un conflicto bélico de carácter internacional. |
El territorio conocido como Congo francés (el otro sería el belga) fue declarado colonia en 1881. |
Sin embargo perdió influencia en Egipto y Sudán, ambos territorios cayeron bajo el dominio británico. En el centro del continente poseía Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Benín (Dahomey) y Chad. |
En 1898 consiguió Madagascar, pero tras el incidente de Fachoda con los británicos abandonó el proyecto de unir los extremos Este y Oeste del continente que le hubiesen permitido abrirse a los océanos Atlántico e Índico a través de Sudán. Además de los problemas con Gran Bretaña, la expansión francesa por África no estuvo exenta de tropiezos con otras potencias, como es el caso de Alemania. |
En un deseo de resarcirse de la pérdida de Sudán (tras Fachoda) proyectó controlar todo el Magreb (en especial Marruecos), pero entró en colisión con Alemania, dando origen a la crisis de 1905 que sería, solventada tras la Conferencia de Algeciras (1906). |
En 1911 se desató entre ambas potencias un nuevo conflicto que se saldó con la concesión de la ampliación del territorio de Camerún en beneficio de Alemania. Estas desavenencias hay que enmarcarlas en el clima de tensión que vivía la política internacional en la antesala de la Primera Guerra Mundial. |
En Asia
Conquistó Indochina: Birmania, Laos, Tailandia, Vietnam (Annam y Tonkín), Camboya y Malasia, formando con ellos la “Unión Indochina”. Intervino en China consiguiendo trato de favor para el comercio a través de los denominados "Tratados desiguales".
En oceanía
Dominó Nueva Caledonia y otras islas del Pacífico.
En América
Controló en el océano Pacífico Tahití y las Islas Marquesas y el archipiélago de Miquelón en Canadá. En América del sur controló la Guayana.
Otros imperios europeos
Rusia
No se proyectó fuera de su propio ámbito geográfico y buscó su expansión terrestre por Asia siguiendo la tradición iniciada en el siglo XVI.
La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió en tres direcciones:
incorporación de las tierras al sur del Cáucaso, zona costera del Pacífico (Vladivostok), Turquestán y Pamir. En el intento de dominio de Manchuria, Rusia será derrotada por Japón en 1905.
Alemania e Italia
Ambos países, ocupados en su proceso de unidad nacional, se incorporaron tardíamente a la empresa imperialista.
Alemania logró anexionarse tras la Conferencia de Berlín algunas posesiones africanas: Togo, Camerún y Tanganica; en Oceanía: Nueva Guinea y los archipiélagos de Bismarck, Marianas y Carolinas (éstas últimas compradas a España por Guillermo II en 1899).
Italia ocupó una serie de territorios africanos: Eritrea, la costa somalí del océano Índico, pero fue derrotada en Adua (Abisinia). Más tarde arrebató Trípoli y la Cirenáica (en la actual Libia) a Turquía.
Bélgica
Se aseguró el dominio de la cuenca del Congo que tras el Congreso de Berlín en 1885 fue incorporado a la soberanía personal del rey Leopoldo II.
Portugal y España
Portugal reafirmó y aseguró su presencia en Angola y Mozambique, pero su proyecto de unir ambos territorios fracasó.
España, tras una guerra con USA, perdió en 1898 sus colonias de Cuba, Puerto Rico, Guam (Oeste del Océano Pacífico) y Filipinas. Sin embargo, conservó en África Occidental Ifni, Rio Muni y Fernando Poo.
Los imperios no europeos
Estados Unidos
Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) iniciaron su expansión colonial con la compra de Alaska a Rusia y la guerra con España (1898), que le confirió el dominio del Caribe (Puerto Rico) y la influencia sobre Cuba. En Asia arrebató Filipinas a España.
Sin embargo, gran parte de la acción imperialista de USA se concentró en la conquista de los enormes territorios situados al Oeste de las primigenias 13 Colonias. El proceso alcanzó su máximo apogeo en el período comprendido entre 1860 y 1890, concluyendo con la derrota de la resistencia aborigen.
No obstante el imperialismo norteamericano se fundamentó no tanto en la ocupación de territorios fuera su ámbito geográfico como en el control económico que ejerció sobre todo el continente americano.
Japón
Tras la Revolución Meiji y su rápida industrialización se anexiona diversos territorios asiáticos: Formosa y Corea a costa de China. Más tarde lo hará con Manchuria.
ORGANIZACIÓN DE LOS IMPERIOS COLONIALES
Varió según las circunstancias y el lugar, adoptando diversas variantes: desde las relaciones diplomáticas a la simple conquista acompañada del exterminio de los pueblos aborigenes. El uso que se dio a los territorios sojuzgados también varió.
Hubo diferentes formas de dominación y organización colonial:
Las colonias de administración directa
Territorios que por el derecho de conquista habían caído en la órbita de la metrópoli. Ésta imponía sus funcionarios y sus instituciones, organizando la administración. Fueron las más extendidas.
Protectorados
Territorios donde se respetaba el gobierno indígena responsable de la actividad interior del área, mientras la política exterior y militar era gestionada por la metrópoli. En la práctica, al seguir las directrices marcadas por ésta, los protectorados quedaban sujetos a la soberanía de la potencia con la que habían pactado. Fue un modelo utilizado por Francia (Marruecos) y Reino Unido (Birmania).
Dominios
Territorios con mayoría de colonos respecto a la población indígena que consiguieron un amplio autogobierno limitado por un gobernador metropolitano. Fueron los casos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda respecto a Gran Bretaña.
Territorios metropolitanos
Considerados como una prolongación de la metrópoli. Fue el caso de Argelia con respecto a Francia.
Concesiones
Territorios cedidos o alquilados por estados independientes a la metrópoli, codiciados por su interés estratégico o comercial. Fue el caso de China que, tras la Guerra del Opio, hubo de ceder algunos de sus puertos (Hong Kong) al Reino Unido. |
RESISTENCIA AL IMPERIALISMO
Pese a la superioridad técnica y militar de los colonizadores, la penetración en determinados territorios no estuvo exenta de conflictos con sus habitantes; en algunos casos supusieron auténticos descalabros militares para los ejércitos imperialistas.
Por otra parte, no toda la población metropolitana estuvo de acuerdo en la acción agresiva de sus propios estados. Pronto surgieron voces contrarias a lo que consideraban una agresión y un expolio injustificables.
La resistencia al imperialismo en las colonias
Estuvo más o menos organizada y osciló entre la creación de sociedades secretas articuladas en torno a la idea de conservación de los valores culturales autóctonos, y la acción violenta surgida como reacción a la explotación y represión alentada desde las metrópolis.
Por su importancia destacaron los siguientes conflictos:
Resistencia al imperialismo. China: la Guerra del Opio. 1839-1942
La Guerra del Opio fue el conflicto que mantuvieron China y Gran Bretaña entre los años 1839 y 1842. El desencadenante del mismo fue la introducción en China de opio cultivado en la India y comercializado por la compañia británica de las Indias Orientales, administradora de la India. |
Esta sustancia (una droga estupefaciente) constituía una importante fuente de ingresos para los británicos y servía para equilibrar su balanza de pagos con China al compensar el gasto de las ingentes cantidades de té chino que Gran Bretaña importaba. El comercio del opio fue rechazado y prohibido por el gobierno chino. La puesta en práctica de la abolición recayó sobre el comisionado imperial Lin Zexu. |
Los emisarios enviados por los comerciantes británicos e indios quejándose por el quebranto que tal prohibición causaba a sus intereses decidió a la Corona británica a enviar una flota de guerra que finalmente derrotó a la China. |
Como consecuencia de este descalabro el emperador chino hubo de firmar el Tratado de Nanking, por el que se obligaba a China al libre comercio -el del opio incluido- con Inglaterra, a través de cinco puertos (el más importante de ellos Cantón) así como a la cesión de la isla de Hong Kong durante 150 años.
Este conflicto y su resolución a favor de la potencia imperialista británica facilitó la irrupción en el escenario de otras potencias como Estados Unidos, Francia y Rusia que forzaron a China a firmar diversos convenios que han recibido la denominación de “Tratados Desiguales”. Como consecuencia de ellos, en 1860 China se vio apremiada a abrir otros once puertos al comercio exterior con el correspondiente menoscabo de su soberanía.
La impotencia china para conservar su independencia frente a las potencias imperialistas se acentuó aún más tras la derrota frente a Japón (1894-1895), que le costó importantes pérdidas territoriales, así como a raíz de la sublevación de los bóxers en 1900.
Resistencia al imperialismo. India: la revuelta de los cipayos. 1857-1859
Los cipayos eran soldados indígenas encuadrados dentro del ejército británico de la India. |
En 1857 se rebelaron contra la metrópoli. El detonante de la revuelta estuvo ligado a razones de índole religiosa: el uso de grasa de cerdo (animal considerado impuro por hindúes y musulmanes) en la munición de un nuevo modelo de fusil utilizado por el ejército. |
Sin embargo, tras esta causa subyacían otros motivos de mayor calado, como los abusos cometidos por la Compañía comercial de las Indias Orientales, desafortunados cambios administrativos o las expropiaciones de tierras en el Norte de la India. |
La revuelta fue sofocada pero, como consecuencia de ella, la Cía. de las Indias Orientales fue disuelta y el territorio pasó a ser administrado directamente por la Corona Británica, es decir, por la reina Victoria I. |
Resistencia al imperialismo. China: la rebelión de los bóxers. 1900.
La rebelión de los bóxers fue la expresión del descontento chino frente a las ingerencias económicas y políticas de las potencias europeas, evidenciadas a través de las "guerras del opio" contra G. Bretaña (1839-1842 y 1856-1860) y contra Japón (1894-1895). |
Los bóxers (“boxeador”, “púgil”) constituían una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China. En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que, inicialmente, se dirigió contra misioneros cristianos. |
En 1900 estalló la rebelión en Pekín contra los extranjeros y las legaciones internacionales. La revuelta fue atajada por la acción militar combinada de diversas potencias: británica, francesa, japonesa, rusa, alemana y estadounidense. |
La Corona China, en manos de la emperatriz Ci Xi, alentó encubiertamente a los rebeldes; la derrota puso en tela de juicio el papel ejercido por la dinastía manchú y precipitó su caída en 1911, siendo proclamada la República China.
Resistencia al Imperialismo. África
La conquista del continente africano provocó incidentes entre las potencias colonialistas y los pueblos nativos. Entre los conflictos más significativos, destacaron:
Etiopía (Abisinia)
En este territorio los pueblos autóctonos guiados por el emperador Menelik II inflingieron una dura derrota al ejército invasor italiano en Adua (1886). Etiopía consiguió de ese modo escapar del dominio extranjero. |
Más tarde, en 1912, Italia invadió Libia, territorio que controló con mayor o menor fortuna hasta 1945. Durante la década de los veinte las tribus beduinas unidas en torno al líder Omar el-Mukhtar le opusieron una fuerte resistencia. |
La guerra zulú. 1879
Los zulúes constituyen una etnia asentada en el sur de África, especialmente en la región de Natal. El asentamiento de grupos de colonos europeos, primero de origen holandés (los bóers) y más tarde británicos, provocó tensiones que desembocaron en una guerra, iniciada en 1879. Los invasores fueron derrotados en diversas ocasiones por el caudillo Cetshwayo quien estuvo al mando de tropas muy bien adiestradas y organizadas. Finalmente la superioridad técnica y material británica consiguió doblegar la resistencia de los aborígenes y condujo a la creación del protectorado de Zululandia. |
Resistencia al imperialismo. Norteamérica: los indios
A lo largo del siglo XIX se produjeron numerosas disputas entre los aborígenes indios y los colonos que avanzaban desde el este en busca de tierras para la agricultura, pastos para el ganado o yacimientos de metales preciosos. |
Pero estos conflictos se agudizaron durante la década de los cuarenta en forma de guerras más o menos virulentas, fruto de las cuales los indígenas norteamericanos (apaches, navajos, arapajoes, cheyenes, sioux, etc.) perdieron sus tierras. |
El resultado de este proceso fue su reclusión en reservas, localizadas la mayor parte de las veces en lugares alejados a los que no se sentían vinculados ni geográfica ni culturalmente. |
Destacaron en estas guerras dos incidentes de especial virulencia:
El primero de ellos aconteció en 1875, y fue protagonizado por una coalición de indios sioux y cheyenes, quienes dirigidos por Toro Sentado, aniquilaron al famoso VII Regimiento de Caballería capitaneado por el teniente coronel George Custer en la batalla de Little Big Horn. |
El segundo tuvo lugar en Wounded Knee, cuando el ejército americano masacró a unos 200 miembros de la tribu sioux totalmente desarmados (entre ellos numerosas mujeres y niños). |
CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO
Para los territorios dominados
Consecuencias para las colonias
Consecuencias demográficas para los colonizados
En general, la población se incrementó como consecuencia de la disminución de la mortalidad, ocasionada por la introducción de la medicina moderna occidental y la persistencia de altas tasas de natalidad. Ello se tradujo en un desequilibrio entre población y recursos que hoy día constituye una grave problema para los estados surgidos de la descolonización. |
No obstante, en algunas zonas la población autóctona sufríó una drástica reducción (especialmente en los inicios del imperialismo) como consecuencia de la importación de enfermedades desconocidas (viruela, gripe, etc). En otros lugares, la población indígena fue simplemente reemplazada por colonos extrajeros.
Consecuencias económicas para los colonizados
Para la puesta en marcha de la explotación económica de los territorios ocupados se hizo necesario el establecimiento de unas mínimas infraestructuras. De ese modo fueron creados puertos, ferrocarriles y carreteras encaminados a dar salida a las materias primas y agrícolas que iban destinadas a la metrópoli. |
Las colonias se convirtieron en abastecedoras de las mercancias necesarias para el funcionamiento de las industrias metropolitanas, en tanto que éstas colocaban las manufacturas en sus dominios. |
La economía tradicional basada en una agricultura autosuficiente y de policultivo fue sustituida por otra de exportación, en régimen de monocultivo, ocasinonando la desaparición de las formas ancestrales de producción y la extensión de cultivos como el del café, cacao, caucho té o caña de azúcar. Amplias zonas fueron roturadas para ser adaptadas a las nuevas exigencias económicas, dando lugar a notables cambios del paisaje y graves alteraciones del medio natural. |
Consecuencias sociales
La burguesía procedente de las metrópolis, integrada por comerciantes, funcionarios y terratenientes, copó los niveles altos y medios de la sociedad colonial. |
Hubo casos en que ciertos grupos autóctonos fueron asimilados por los colonizadores y pasaron a formar parte de la cúspide social. Esto ocurrió fundamentalmente con las antiguas élites dirigentes, miembros de algunos cuerpos del ejército y funcionarios de la administración colonial. |
Contrastando con esa minoría, la mayor parte de la población autóctona fue objeto de un generalizado proceso de proletarización que incrementó las abundantes reservas de mano de obra destinada a la creación de infraestructuras y a la agricultura de plantación.
Consecuencias políticas
El mayor o menor grado de dependencia de las colonias respecto a la metrópoli estuvo determinado por el tipo de organización administrativa que les fue impuesta. |
Esa imposición no estuvo exenta de conflictos que constituyeron el germen del antiimperialismo. Habitualmente fueron protagonizados por las clases medias nativas occidentalizadas, que reclamaban a la metrópoli un mayor respeto a las tradiciones autóctonas y la participación en las decisiones que se adoptaban sobre los territorios administrados. En muchos casos los naturales de las colonias demandaron los mismos modos democráticos que las metrópolis defendían para sí mismas pero negaban a sus colonias: libertad, igualdad, soberanía nacional, etc.
Un ejemplo temprano que plasmó el espíritu de estos movimientos fue la creación del Partido del Congreso de la India, liderado por Mohandas K. Gandhi, que extendió su influencia por las capas más desfavorecidas de la sociedad colonial. |
Consecuencias culturales para los colonizados.
El imperialismo ocasionó la pérdida de identidad de los pobladores indígenas e implantó los patrones de conducta, la educación y la mentalidad de los colonizadores. La lengua de los dominadores (especialmente el inglés y el francés) fue impuesta, conduciendo a un fuerte grado de aculturación. |
La religión cristiana (católica, anglicana o protestante) desplazó a los credos preexistentes en muchas zonas de África o bien se fusionó con ellos, dando lugar a creencias de carácter sincrético. |
Sin embargo en el mundo musulmán y Asia la experiencia evangelizadora fue escasa comparada con la del África negra, debido al arraigo de antiguas y complejas religiones, como el budismo y el hinduismo. |
Consecuencias geopolíticas
Los mapas políticos se vieron alterados por la creación de fronteras artificiales que nada tenían que ver con la configuración preexistente, forzándose la unión o segregación de grupos tribales y étnicos, provocando con ello innumerables conflictos raciales que se han mantenido vivos hasta nuestros días (Ruanda, Liberia, etc).
Consecuencias ecológicas para las colonias
La introducción de nuevos métodos de explotación agrícola y de especies animales y vegetales inéditas, provocó profundas alteraciones o la absoluta destrucción de los ecosistemas naturales. |
De ese modo el bisonte, esencial en la vida y cultura de numerosos pueblos indios de Norteamérica, fue casi exterminado por cazadores blancos; el conejo se convirtió en una auténtica plaga tras ser introducido en Australia y carecer de depredadores naturales. |
Las grandes selvas tropicales se vieron sometidas a una intensa deforestación causada por la sobreexplotación de los recursos madereros y la expansión del monocultivo de plantación; los ríos fueron contaminados con metales pesados (mercurio y otros) como consecuencia de los métodos aplicados a la extracción de metales preciosos y los desechos procedentes de la actividad minera. |
Consecuencias para las metrópolis
Desde el punto de vista económico El imperialismo sirvió de estímulo a la industrialización en aquellas áreas donde aún era débil y favoreció su consolidación allí donde ya estaba en marcha. De todos modos, el principal objetivo de las metrópolis fue la obtención de materias primas abundantes y baratas y la colocación de los productos manufacturados por sus industrias en las colonias. |
Desde el punto de vista internacional
Constituyó una inagotable fuente de tensiones y conflictos -las crisis marroquíes constituyen un ejemplo- que culminarían en el estallido de la Primera Guerra Mundial.
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